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Hermanos y amigos, que el Dios verdadero (Padre, Hijo y Espíritu Santo) les bendiga a todos, Mateo 28:19, en esta oportunidad expondremos el tema: “Del púlpito a la cárcel, ¿Por qué?”, esperando les sea de orientación, enseñanza, información y edificación.

Bien, comenzamos diciendo que un púlpito es el lugar de donde se acostumbra a predicar la palabra de Dios en los templos cristianos. También es la plataforma o tarima donde se ubica el exponente para que pueda verse desde las gradas o asientos donde están los oyentes por lo regular más abajo del que expone el mensaje.

En este mismo sentido, todos los exponentes de la palabra de Dios tienen su púlpito que es el lugar de donde se expone la palabra para ser visto por los oyentes.

Ahora bien, todos los predicadores, llámese profeta, pastor, evangelista, apóstol, maestro bíblico, teólogo, sacerdote, ministro, diácono o cualquier otro hermano que predique la palabra de Dios se espera que la respalde con su conducta de ejemplo de obediencia a Dios y a sus normas con una vida acorde a lo que enseña. Sin embargo, no siempre ocurre así. Entonces, aparecen los malos testimonios, que son aquellos que su vida no encaja con lo que están llamados a ser por la función que están ejerciendo o realizando de enseñar a los demás a seguir a Cristo o a Dios y su voluntad en general, contenida en las Sagradas Escrituras (Biblia).

Mis queridos hermanos y amigos, no podemos sorprendernos de ver conducta contraria a la voluntad de Dios, y conducta antibíblica de parte de personas que predican la palabra de Dios hoy, porque esto también pasaba en los tiempos de Jesucristo, el Hijo de Dios, cuando los fariseos, los escribas, los saduceos enseñaban al pueblo la palabra de Dios con interpretaciones acomodaticias y no la vivían, convirtiéndose en falsos profetas o personas hipócritas, que dicen una cosa y hacen otra, dicho por el mismo Señor Jesucristo, en las citas siguientes: Mateo 15:1 al 8; Mateo capítulo 23…

Hermanos y amigos, dicho todo esto que hemos planteado, hay predicadores hoy como los hubo ayer que su conducta es contraria a las normas bíblicas, sin embargo, andan con Biblia y utilizan un púlpito para predicar en nombre de Dios, convirtiéndose así en un falso profeta, por sus frutos malos y su conducta negativa los conoceréis, dicho por el mismo Señor Jesucristo en las citas siguientes: Mateo 7:15 al 19; 2da. Pedro 2:1 al 4…

Por otra parte, en estos días y el pasado han habido personas con títulos de pastores o predicadores que han incurrido en delitos sexuales o de estafa y las autoridades cumpliendo con su deber lo han sometido a la justicia con medidas de coerción y con condenas de acuerdo a la gravedad de sus hechos, ¿por qué pasa esto? Dios no tiene a nadie agarrado en el templo o en la iglesia, cualquiera puede irse o quedarse dentro de las cuatro paredes y violentar las leyes establecidas cometiendo hechos vergonzosos y malignos que los llevan desde el púlpito a la cárcel. Es que lo estamos viendo y lo que veremos en el futuro. Seguirá pasando y pasará, dicho por el mismo Señor Jesucristo de que vendrían falsos profetas y a muchos engañarán, pueden ser también pastores, evangelistas, maestros bíblicos, apóstoles, teólogos, predicadores, etc., etc., ¿O acaso no se va a cumplir lo que dice el Señor en su palabra? ¿No traicionó Judas Iscariote al Señor Jesucristo y los demás apóstoles estando con él de ahí, ahí?, quien quiera irse puede hacerlo, ahora que después no llore…

Hermanos y amigos, lo hizo por dinero, otros por otras cosas, como placeres, posiciones, privilegios, o porque se cansaron de ser fieles, no podemos decir que Dios no lo advierte,  por esto, lo que debemos es no ser uno de ellos, si estamos predicando, enseñando o hablando de la palabra de Dios, porque no hay garantía de salvación para quien se va atrás, hay que morir firme en Cristo, en obediencia, dicho por el mismo Señor: El que persevere hasta el fin, este será salvo… Mateo 24:13; Juan Cap. 13; Mateo Cap. 24.

Concluyendo, hay cristianos incluyendo el mismo Cristo que cayeron presos, entre ellos el apóstol Pedro, el Apóstol Pablo y otros más, pero no delinquieron y violaron las leyes establecidas, sino por injusticia de parte de aquellos que aborrecían el cristianismo, pero otros han caído presos por desviarse del camino y cometer hechos penales y han saltado del púlpito a la cárcel, desde luego pueden rectificar a tiempo y arrepentirse y convertirse a Cristo y seguir sus enseñanzas con la práctica, pero esto no es del que comienza, sino de que termina. ¿En cuál de estos casos se quiere ubicar usted? Juan cap. 19; Hechos 12:5 al 17; Hechos 16:22.

Así que, siempre habrán casos de predicadores que saltarán del púlpito a la cárcel, esperemos que usted y yo no seamos de ese grupo, por nuestro bien material y espiritual y si alguien que cayó ahí se arrepiente de verdad, puede salvarse, aunque las consecuencias de su delito la va a pagar y más ya estando preso por sus hechos… ¿Si o no?

Que el Señor les bendiga y nos ayude a todos…

Nota: De usted sentir el toque del Señor mediante estos mensajes bíblicos le recomiendo cuatro pasos: 1.- Visitar una iglesia bíblica, evangélica o pentecostal; 2.- Ponga su emisora cristiana, 1,200 a.m., 1330 a.m., 1440 a.m.; 3. Lea 1 o 2 capítulos diarios de la Biblia; 4.- Ore a Dios el Padre en el nombre de Jesús todos los días con sus propias palabras y su forma sincera de comunicarse… Perseveramos en Cristo asistiendo a la Asamblea de Dios central, Av. Duarte Esq. Eusebio Manzueta. Cultos los domingos de 10:00 a.m., y los miércoles de 7:00 p.m., entrada gratis…

Por: Miguel de J. Ramírez P.



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