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Un lunes cualquiera, en horas de mañana, llegas a tu zona laboral después del caos del tránsito terrestre, te sientas en tu escritorio como de costumbre, mientras vas organizando tu agenda del día.
¡Curioso no!, es justo lo que hace la mayoría! Pero falta el café, te diriges a la cocina y en el pasillo te chocas con la compañera que va de camino a la salida con lágrimas en los ojos, desesperada, angustiada y con una solo decisión “RENUNCIAR”,
Lo normal, es acercarse y consolar, pero actualmente vivimos lo que es llamado como “Mobbing u Acoso Laboral”, el mismo es conocido como cualquier acción que cause daño, intimidación, violencia física o psicológica en el entorno de trabajo.
Desde la perspectiva organizacional, este tipo de acoso afecta negativamente el clima laboral, reduce la productividad, aumenta la tasa de rotación de personal y puede llevar a litigios costosos y dañar la reputación de la empresa.
Estas actitudes van desde gritos, insultos, la sobrecarga selectiva a la víctima con mucho trabajo, amenazas continuas, modificación de las responsabilidades de su puesto de trabajo sin previo aviso, hasta el trato indiferente y discriminatorio.
En el Código de Trabajo de la República Dominicana no aparece tipificado el acoso laboral, pero en el artículo 46.8 se establece que se debe “guardar a los trabajadores la debida consideración absteniéndose de maltrato de palabra o de obra”. La palabra acoso solo aparece una vez y es para referirse a lo sexual (artículo 47.9 del Código Laboral).
En tanto, en la Constitución de la República Dominicana del 2015 se establece en su artículo 42 que: “Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica, moral y a vivir sin violencia. Tendrá la protección del Estado en casos de amenaza, riesgo o violación de las mismas”.
La salud mental afecta y condena en todos los ámbitos de nuestras vidas, ayúdate, ayudemos a todos a poder estar en un ambiente sano y productivo en todos los escenarios en los que somos partícipes.
«No encuentres la falta, encuentra el remedio.» – Henry Ford
Por Darla Viñas
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