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Ser humano, ¿que implica ser humano?, entre muchas otras cosas nos identifica como especie superior nuestra capacidad de pensamiento, mayor nivel de cognición y la toma de decisiones. Decidir para cada uno de nosotros, significa navegar entre mares de ideas, posibilidades y a su vez un laberinto interminable de miles o millones de alternativas.
Con cada una de nuestras decisiones, buscamos acercarnos lo mejor posible a un escenario ideal de aquello que buscamos, deseamos o entendemos correcto, sin embargo, que o quien determina ¿qué es lo correcto?, la respuesta más sensata es la sociedad, a través de sus órganos, leyes, acuerdos y normas, que a su vez buscan regular la relación que tenemos en tomar decisiones y que no impliquen algún daño a otra personas o entes de esa u otras sociedades.
Ahora bien, la toma de decisiones debería sustentarse en la capacidad de distinguir entre lo que entendemos que es correcto (percepción) y lo que es científicamente comprobado, este último descarta la posibilidad de que una idea falsa pueda ser entendida como una alternativa dentro de nuestro esquema de decisión…sin embargo, no siempre es así y, por el contrario la mayoría de nuestro juicio sobre algunos temas carece de veracidad sobre todo por las fuentes que nos inducen a decidir con un objetivo de crear esas falsas ideas con la clara intención de manipular nuestras ideas.
Es por esto que entendemos que la percepción a través de los años (en nuestro país) le ha ido ganando a los demás procesos cognitivos, ya que cada vez son más las decisiones que tomamos basándonos en elementos meramente propagandísticos que comprobables. Por ello debemos hacernos la pregunta ¿la sociedad está condicionando nuestro pensamiento? ¿es a su vez este condicionamiento un deseo de disimular o limitar nuestra capacidad racional para tomar mejores o más fundamentadas decisiones o juicios sobre los fenómenos que nos rodean? Probablemente este artículo plantea más preguntas que respuestas, sin embargo, es precisamente nuestra intención al abordar este tema, ya que son precisamente estas dudas las que sostienen nuestra Teoría Factorial Socio Cognitiva.
Planteamos que de manera progresiva nuestro sentido racional ha sido mermado por la desinformación, aunque paradójicamente tenemos más acceso que nunca a información y fuentes veraces, pero por el contrario cada día parece disminuir necesidad de comprobación y el sentido racional de decidir.
Según (pinker, 2021) La racionalidad es importante. Nos permite tomar mejores decisiones en nuestra vida y en la esfera pública, y es el principal motor de la justicia social y del progreso moral. Rebosante de perspicacia y de humor, Racionalidad nos iluminará, nos inspirará y nos empoderará.
El progreso moral lo define una sociedad que piensa y es racional, no aquella que decide por estímulos meramente perceptivos. Cada factor de nuestra cognición, debe ejercer su papel ante la responsabilidad de las sociedades e individuos de ser racionales.
Sustentamos que nuestra sociedad ha ido disminuyendo los factores atención y pensamiento y estos a su vez se han visto sustituidos por la percepción y la memoria, es decir lo que percibimos y lo que recordamos sobre eso que percibimos, que nos lleva a posteriormente decidir.
Nuestro país lidera el ranking mundial en accidentes de tránsito (Diario Libre, 2023), según el Observatorio de Igualdad de Género de la CEPAL, República Dominicana se encuentra en el segundo lugar de mayor cantidad de feminicidios de América Latina. En cuanto a la delincuencia, el 45% de los homicidios generales, se produjeron por conflictos sociales, es decir que aproximadamente 5 de cada 10 casos se presentan por motivos de incompatibilidad de ideas o la intolerancia a las misma dentro de una sociedad que paradójicamente ha crecido macroeconómicamente y de manera sostenida durante los últimos 15 años. En educación, debemos señalar el estudio OCDE (2023), Resultados de PISA 2022 (Volumen I), en el que coloca a nuestro país dentro de los tres últimos lugares en cuanto el desempeño de los estudiantes en las áreas de matemáticas, ciencia y lectura. ¿Es posible que una sociedad que utilice la racionalidad y la precisión de unos procesos cognitivos “ejercitados” pueda generar tal nivel de incompatibilidad de convivencia?
Estamos conscientes de que tenemos un problema multifactorial, sin embargo este es directamente proporcional a los aspectos sociales y su influencia en nuestro sistema cognitivo y de creencias, es inevitable desarrollar estrategias científicas que colaboren primero con identificar a profundidad las causas de esta perceptible carencia del uso más pronunciado de los factores de atención y pensamiento, segundo cómo esta población ha venido repitiendo y adquiriendo estos patrones que cada vez van en aumento y por último desarrollar estrategias psicológicas y pedagógicas que puedan promover un sentido más racional de la convivencia y el pensamiento analítico en nuestra sociedad.
Por: Ariel Báez Pineda
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