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Domingo Abreu y Sixto J. Incháustegui

EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. – Tras haber explorado en el iniciado reportaje «Desafíos y esperanza: El rol de la ciudadanía en la conservación ambiental de RD», los problemas críticos que enfrenta la República Dominicana en cuanto a la deforestación, contaminación y pérdida de biodiversidad, donde la señora Santa Amada Pérez Félix, recordó con nostalgia un pasado más verde y vibrante, y las voces de expertos como Domingo Abreu y Sixto J. Incháustegui, destacando la urgencia de la situación actual, ahora se abordan las estrategias recomendadas para incrementar la participación ciudadana en acciones que protejan el medioambiente.

Abreu y Incháustegui profundizaron en las soluciones y estrategias necesarias para revertir el daño ambiental. Ambos coicidieron que revertir los daños ocasionados al medioambiente requiere mayor conciencia ambiental y participación activa de la ciudadanía.

Incháustegui sostuvo que es importante implementar ampliamente la estrategia de educación ambiental. “Es importante incrementar los recursos humanos y financieros de las instituciones pertinentes (Medio Ambiente, Educación, etc)”.

Consideró que la educación ambiental es muy amplia y debe ser permanente, tanto en la educación formal como en la informal.

El experto abogó, también, porque se utilice la tecnología para masificar la educación ambiental de la ciudadanía, en especial a la juventud.

En tanto, para Abreu las iniciativas educativas más efectivas para fomentar la participación de la ciudadanía no son inmediatistas, sino que necesariamente tienen que ser a largo o mediano plazo. Y además, consideró que en las escuelas no se está enseñando educación ambiental.

Asimismo, criticó algunas campañas que se han creado para concientizar a la ciudadanía. “Ese asunto de la basura a los zafacones y contribuyamos al reciclaje y vamos a reciclar todo, que el planeta nos necesita (…) nada de eso funciona”.

En ese orden, indicó: “Las iniciativas educativas que deberían salir por la prensa, por la televisión, no salen, no hay, hay falta de educación, de motivación. La gente no reacciona porque no se entera, si no se entera no habrá sensibilización ni participación de la ciudadanía”.

En ese orden, el ambientalista  aseguró que la única estrategia que funcionaría para la concientización ciudadana sobre el cuidado y protección del medioambiente “es la educación directa, casa por casa”. “Seleccionar áreas, por ejemplo, aquí en Santo Domingo, pudiéramos seleccionar la Ciudad Colonial y de la Ciudad Colonial seleccionar una cuadra, y esa cuadra podemos visitarla, pero primero organizar quiénes la van a visitar”.

Para esas visitas, el ambientalista recomienda utilizar a los estudiantes de la misma zona, tanto del sector público como privado, los cuales deberían ser previamente entrenados. “Se les dan talleres de entrenamiento para que puedan visitar casa por casa, explicarles lo que está ocurriendo, explicarles la necesidad de disminuir drásticamente la producción de basura, explicarles la necesidad de volver a usar el cristal y la losa en vez del plástico, explicarles cómo podemos cada uno, cada persona y cada familia aportar para contribuir a la disminución de la agresión ambiental. Eso puede funcionar”.

“Y cuando se termina con una cuadra, esa cuadra queda relativamente organizada, quedan comité por cuadra, y luego se trabaja con otra cuadra, luego con otra, así se cubriría la Ciudad Colonial completa y la liberaremos del desastre ambiental”, sostuvo.

Además, manifestó que la gente puede comenzar a educarse y a trabajar creando huertos en los callejones y en los techos, “la gente puede ayudar en la reducción de la producción de basura, y la basura que se produzca hacerla compound (transformar los residuos, a través de procesos químicos, en nuevos compuestos que puedan tener un uso o valor agregado, en lugar de desecharlos directamente. Esto forma parte de las estrategias de gestión integral de residuos para reducir el impacto ambiental), porque hay máquinas para eso”.

Para lograr eso, según dijo, se necesita “el respaldo político del Estado”.

En cuanto a la agricultura de bosques, Abreu resaltó la necesidad de que la misma se lleve de manera ordenada. “Porque la agricultura de montaña organizada puede funcionar, la agricultura de montaña usa árboles como árboles frutales permanentes, entonces, no hay problema, cuando se siembra en las montañas crecen árboles y tú estás sustituyendo un bosque pero con árboles también”.

Indicó que  cuando la agricultura de bosques se lleva a cabo de manera organizada se protege el suelo.

En tanto, ONG WWF en su informe » Frentes de deforestación; causas y respuestas en un mundo cambiante»,  del 2021, propone acciones urgentes por parte de gobiernos, empresas y reguladores, que deben aplicarse de forma combinada, entre ellas garantizar que los productos procedentes de los bosques se produzcan y comercialicen de forma legal y sostenible.

 

Conservación ambiental en RD de cara al futuro

La esperanza está puesta en la juventud. Incháustegui consideró que el futuro de la conservación ambiental en RD dependerá en gran medida del involucramiento de los jóvenes.

El experto manifestó que el mundo vive tiempos de incertidumbre ambiental muy importantes que les tocará vivir mayormente a las generaciones jóvenes, por lo que en el presente hay que fortalecer las acciones a favor del ambiente. “Entre las cosas más importantes se encuentra la conservación efectiva de las áreas protegidas para que puedan seguir funcionando como ecosistemas que nos brindan los servicios ambientales imprescindibles para la vida”.

Para Abreu, las expectativas “son tristes”, porque considera que “hay una disminución en la participación de la gente en las luchas ambientales”, y a menor participación y menor educación de temas ambientales, la gente se entera menos, porque “no hay noticias sobre lo que realmente ocurre”.

En ese aspecto, criticó a las empresas mineras por su deseo de expandirse aún si tuvieran que sacrificar cordilleras enteras. “El crecimiento turístico apunta hacia las montañas, hacia nuestras cordilleras, pero si las vamos a sacrificar, y además también las aguas que producen los ríos, el futuro nuestro -estamos muertos-”.

Abreu manifestó que debe haber una organización nacional única que responda en términos nacionales a cada agresión que ocurra al medioambiente. “Si no hay una especie de congreso de asamblea nacional ambiental, no habrá manera de dar buenas respuestas”.

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