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EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. – A nivel global, el medioambiente enfrenta una serie de desafíos críticos que amenazan la sostenibilidad del planeta. El cambio climático, la deforestación, la contaminación del aire, del agua y la pérdida de biodiversidad son problemas que afectan a todas las naciones. En la mayoría de los casos, son las acciones humanas las que agravan la situación.

En un estudio elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en asociación con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y con el aporte técnico del Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación del PNUMA (WCMC, por sus siglas en inglés), se advirtió que a pesar de la disminución de la tasa de deforestación en la última década, se siguen perdiendo unos 10 millones de hectáreas cada año por su conversión a usos agrícolas o de otro tipo.

El último informe Frentes de deforestación; causas y respuestas en un mundo cambiante que publicó la ONG WWF en 2021, resalta que la deforestación ha arrasado 43 millones de hectáreas en todo el mundo, una superficie equivalente a California.

El estudio identifica las principales causas de la deforestación, donde destaca la agricultura comercial como una de las más importantes, detrás de la pérdida de bosques alrededor del mundo, con áreas boscosas despejadas con el fin de crear espacio para el ganado y los cultivos.

 

Fuente: Movilidad Urbana RD

Los científicos y activistas han alertado sobre las consecuencias devastadoras de no tomar medidas urgentes para mitigar estos efectos. 

En la República Dominicana, estos desafíos se manifiestan de manera palpable. El país enfrenta serios problemas de deforestación, con una disminución significativa de sus bosques debido a la tala ilegal y la expansión agrícola. La contaminación de ríos y playas, causada por residuos sólidos y aguas residuales, pone en riesgo la salud de sus ecosistemas acuáticos y costeros. Además, la pérdida de biodiversidad es alarmante, con numerosas especies en peligro de extinción debido a la destrucción de sus hábitats naturales.

Desechos sólidos flotadon en el río Yaque del Norte. (Esta foto forma parte de una denuncia hecha a través de EL Nuevo Diario en 2022)

 

El nostálgico recuerdo de Santa Amada

En ese contexto, la señora Santa Amada Pérez Féliz recordó con nostalgia cómo el paisaje natural y la biodiversidad que la rodeaban hace algunas décadas eran un refugio de frescura y vida. “Antes era agradable, se sentía la brisa y ese frío, ese alivio interno, como la brisa acariciaba tu cuerpo, era algo inexplicable”, comentó con un brillo en los ojos que sólo puede provenir de los recuerdos más queridos. Describió la naturaleza de ese entonces como un santuario, donde los árboles abundaban, las plantas florecían y los ríos corrían con una fuerza inquebrantable.

Agregó que hoy en día, sin embargo, el panorama ha cambiado drásticamente. “Ahora hay mucho calor, se siente el caliente y el vapor del mismo debido a la deforestación”, dijo.

Al ofrecer su testimonio, Pérez Féliz señaló que muchos de los árboles que antes ofrecían sombra y frescura han sido talados; muchas especies de plantas se han extinguido y los cantos de los pajaritos que solían llenar el aire son cada vez menos frecuentes. El agua de los ríos, que antes fluía con vigor, ha disminuido significativamente, y en muchos lugares, solo quedan vestigios de lo que alguna vez fueron caudalosos cuerpos de agua.

 La ciudadana, que se desempeña como maestra, manifestó que la falta de cuidado por parte de la ciudadanía y la inacción de las autoridades en algunos casos específicos agravan aún más la situación. “Hay unos pocos que cuidan el medioambiente, pero al ser tan pocos no es suficiente”, explicó.

Consideró que la indiferencia de la gente se refleja incluso con el lanzamiento de basura en las calles. “Por donde quiera que pasas ves un pote tirado en la calle o una basura cualquiera, la gente la ve y no la recoge, ni siquiera la guardan para echarla en el zafacón,” agregó, subrayando una problemática que se extiende más allá de su comunidad, Galván, provincia Bahoruco.

Algo que también denunció, fue que la deforestación, impulsada por la producción de carbón en algunas zonas y la construcción indiscriminada, ha devastado los recursos naturales. “Hay muchas personas en los campos que se dedican a hacer carbón y han cortado muchos árboles”. Resaltó, además: “Parte de la culpa de la deforestación es de las autoridades competentes, porque en muchos casos son las que dan los permisos”.

Iniciativas para proteger el medioambiente

En medio de la crisis, la participación ciudadana en el país emerge como un faro de luz en medio de la adversidad, pero, ¿está la totalidad de la ciudadanía dominicana consciente de la situación real del medioambiente?, ¿Se le ha orientado lo suficiente?, son preguntas cuyas respuestas están contenidas en lo adelante.

Sixto J. Incháustegui,  quien ha estado involucrado por más de 50 años en acciones relativas al medioambiente y a la biodiversidad, manifestó que a lo largo de esas más de cinco décadas ha visto y ha participado en muchas de las acciones que se han llevado a cabo en favor del medioambiente, como por ejemplo en informes nacionales a la Convención de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo o Cumbre de Río, hasta el presente.

Afirmó que se han adoptado diferentes indicadores ambientales a lo largo de estos años (como cobertura vegetal, áreas protegidas, etc).

Resaltó que también se han establecido los principales mandato de Doha, relativo a los acuerdos multilaterales sobre el medioambiente (AMUMA), una iniciativa surgida en el marco de la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC), lanzada en 2001. El objetivo de este mandato es abordar y clarificar la relación entre las reglas del comercio internacional, establecidas por la OMC, y las obligaciones específicas contenidas en los acuerdos ambientales multilaterales.

El país también es parte del Convenio sobre la Diversidad Biológica, instrumento internacional clave para un desarrollo sostenible

En otras acciones recientes están las siguientes:

– El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MMARN) lanzó en 2023 la estrategia «República Dominicana 30×30» para conservar y gestionar el 30% de la superficie terrestre y marítima bajo áreas protegidas y otros mecanismos de protección, conforme al Marco Global para la Biodiversidad.

– En diciembre de 2023, el MMARN y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) pusieron en marcha el proyecto «Apoyo a la Acción Temprana del Marco Mundial de Biodiversidad», para acelerar la conservación de la biodiversidad, alineando las estrategias nacionales con el nuevo Marco Mundial de Biodiversidad Kunming-Montreal.

– En 2021, República Dominicana fue parte del «Pacto de Glasgow» adoptado en la COP26, que busca acelerar la acción climática mundial. La delegación dominicana tuvo una notable participación en defensa de la posición del país en este foro.

– El Fondo Nacional para el Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARENA) apoyó iniciativas comunitarias de educación, protección, prevención de contaminación, adaptación al cambio climático, conservación y gestión sostenible de recursos naturales.

– En 2021, el MMARN inició la ejecución del proyecto «Aumento de la resiliencia, a través de soluciones basadas en la naturaleza en ciudades de América Latina (Nature4Cities)», financiado por el Fondo Verde del Clima con US$1,049,000.

  • Sociedad civil y empresarial

– En 2016, emprendedores, el sector empresarial, la sociedad civil y el Estado Dominicano firmaron la «Alianza para el Desarrollo Sostenible de República Dominicana», un acuerdo para trabajar conjuntamente en iniciativas ambientales.

– Organizaciones de la sociedad civil como Grupo Jaragua, Sociedad Ecológica del Cibao (SOECI) y Amigos del Parque Nacional del Este (ECOPARQUE) forman parte del Consejo Directivo del Fondo Nacional para el Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARENA), apoyando financieramente iniciativas comunitarias de protección ambiental.

– El Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP) también es miembro del Consejo Directivo de MARENA, promoviendo la inversión privada en proyectos de conservación de recursos naturales.

– Empresas privadas han implementado programas de reforestación, reciclaje y eficiencia energética en sus operaciones, contribuyendo a reducir el impacto ambiental del sector empresarial.

– Organizaciones de la sociedad civil también, realizan campañas de concientización, monitoreo ambiental y denuncias de delitos ecológicos, ejerciendo un rol de vigilancia y presión para el cumplimiento de la legislación ambiental.

Situación actual 

Si bien el Gobierno ha implementado algunas medidas para mejorar la gestión ambiental, como la aplicación de la Ley 225-20 sobre Gestión Integral y Coprocesamiento de Residuos Sólidos y el manejo controlado del vertedero de Duquesa, aún existen retos importantes.

Asimismo, hay que resaltar que el rápido crecimiento demográfico y la alta concentración de la población en las ciudades ejercen una fuerte presión sobre el medioambiente y los recursos naturales, según el “Boletín de estadísticas ambientales: Asentamientos humanos y salud ambiental”, publicado en el 2022 por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE). 

Además, según el mismo informe, para el 2021 solo el 17 % de la población residía en zonas rurales, mientras que el 83 % lo hacía en áreas urbanas, lo que plantea desafíos en la planificación urbana y la provisión de servicios básicos, por lo que si bien el Gobierno ha realizado esfuerzos en materia ambiental, la ciudadanía dominicana no se encuentra totalmente unida en el cuidado del medioambiente, enfrentando aún importantes desafíos en cuanto a la gestión de residuos, la planificación urbana y la participación ciudadana.

Fuente: Boletín de estadísticas ambientales


 

«Ha ido empeorando»

Para el 2022, las emisiones de CO2 habían crecido un 1,18 % respecto a 2021, alcanzando 23,457 megatoneladas. En ese año, República Dominicana se ubicaba en el puesto 103 de 184 países por emisiones totales de CO2, en el ranking de países por emisiones de CO2,en el que se ordenan los países de menos a más contaminantes.

A pesar de que en el 2022, Datosmacro.com resaltó que en los cinco últimos años las emisiones totales han disminuido en el país, al igual que las emisiones per cápita, existen opiniones de ambientalistas dominicanos que destacan que la situación ha ido empeorando. 

El ambientalista Domingo Abreu, consideró que la situación ambiental en el país se ha ido agravando. “La situación ambiental en República Dominicana se ha ido agravando en el sentido de que hay una mayor agresión en los ríos por las extracciones que se están haciendo en una cantidad enorme de ríos y eso pues, naturalmente, si ponemos en plano el agua, el daño que se le está haciendo a un elemento que todos sabemos que es de prima importancia, pues resulta que es la mayor agresión, el mayor daño que se puede estar haciendo”.

La foto corresponde a una denuncia hecha a través de este medio, sobre extracción de material en el balneario Muchas Aguas de Cambita Garabitos, provincia San Cristóbal, el pasado año, 2023

Asimismo, manifestó que las zonas de bosques siguen siendo agredidas para la construcción de urbanizaciones en varias zonas del país. También, indicó que sigue creciendo el cultivo desordenado de montañas.

De su lado, el  biólogo dominicano Sixto J. Incháustegui, sostuvo que la situación ambiental nacional podría decirse que tiene dos grandes vertientes entrelazadas; el reflejo de lo que pasa a nivel global y lo que ocurre intrínsecamente, de manera propia.

Pese a reconocer que aún hay un alto porcentaje de la población que no lleva a cabo acciones para proteger el medioambiente, Incháustegui aseguró que los esfuerzos nacionales gubernamentales y de la sociedad civil han ido en aumento, pero el deterioro ambiental avanza más rápido que las acciones para contrarrestarlo.

“Esto ha ocurrido a nivel mundial y nacional. Enfrentamos una grave crisis de extinción de especies tanto a nivel global como nacional”, dijo. Agregó que “a todos los impactos directos sobre el ambiente se suman los impactos del Cambio Climático, dificultando más la situación”.

 

«Participación de la sociedad, depende de la educación ambiental

Pese a todas esas iniciativas, la problemática continúa. En el país, el verdadero reto del cuidado ambiental radica en la movilización de la ciudadanía. Incháustegui manifestó que la participación de la sociedad en acciones de cuidado y protección del medioambiente suele depender de la educación ambiental ciudadana. 

En ese sentido, afirmó que “muchas personas no se involucran hasta que no ven impactos directos en sus vidas”, por lo que consideró que la educación ciudadana debe ser fortalecida.

En tanto, Abreu consideró que la ciudadanía no se ha involucrado más en acciones que favorezcan al medioambiente, “porque no se están enterando de lo que realmente pasa”.

“La falta de orientación en la gente le limita a la hora de participar. Muchas veces hay gente que dependiendo lo que ocurra en su sitio, en su localidad, reacciona, pero la reacción a lo que ocurra por ejemplo en Puerto Plata, debería ser de Puerto Plata hasta Pedernales y de Elías Piña hasta Higüey, todo el mundo debería reaccionar porque la isla es un todo y cada elemento, cada parte de la isla que resulta agredida, se está agrediendo la isla completa, pero la gente no lo entiende así, porque no se lo han explicado así”, dijo.

 

Consecuencias ambientales por la inacción ciudadana

La inacción ciudadana limita, retarda o no permite que se tomen acciones nacionales muy necesarias para conservar el medioambiente. Así lo consideró Incháustegui, quien indicó que “la presión permanente de la ciudadanía es muy importante para que las autoridades sientan el interés de la ciudadanía en el tema”.

Mientras, Abreu se va un poco más allá, indicando que entre las principales consecuencias está el hecho de que “vamos perdiendo isla”.  En ese sentido, criticó la inacción ciudadana también, en proyectos que harían daño al medioambiente.

La inacción ciudadana en la protección ambiental tiene otras consecuencias. En los últimos años, varias fuentes han citado las siguentes:

– Continua degradación de los ecosistemas, especialmente los bosques, debido a prácticas como la deforestación para vender madera, plantar conucos o hacer carbón. 

Contaminación de ríos, cañadas y arroyos por malas prácticas agrícolas y falta de control de la erosión, lo que impacta negativamente los recursos hídricos.

– Alteración y destrucción ilegal de las costas, incluyendo áreas protegidas, para construir infraestructuras, a pesar de estar prohibido por las leyes.

– Pérdida de biodiversidad terrestre y marina, como los arrecifes de coral, por la falta de conservación y manejo sostenible de los recursos naturales.

– Aumento de la vulnerabilidad ante los impactos del cambio climático, al degradarse los ecosistemas que actúan como barreras naturales.

 

¿Qué hacer?

Revertir los daños ocasionados al medioambiente requiere mayor conciencia ambiental y participación activa de la ciudadanía, de acuerdo a expertos. 

Incháustegui sostuvo que es importante implementar ampliamente la estrategia de educación ambiental. “Es importante incrementar los recursos humanos y financieros de las instituciones pertinentes (Medio Ambiente, Educación, etc)”.

Consideró que la educación ambiental es muy amplia y debe ser permanente, tanto en la educación formal como en la informal.

El experto abogó, también, porque se utilice la tecnología para masificar la educación ambiental de la ciudadanía, en especial a la juventud. 

En tanto, para Abreu las iniciativas educativas más efectivas para fomentar la participación de la ciudadanía no son inmediatistas, sino que necesariamente tienen que ser a largo o mediano plazo. Y además, consideró que en las escuelas no se está enseñando educación ambiental.

Asimismo, criticó algunas campañas que se han creado para concientizar a la ciudadanía. “Ese asunto de la basura a los zafacones y contribuyamos al reciclaje y vamos a reciclar todo, que el planeta nos necesita (…) nada de eso funciona”. 

En ese orden, indicó: “Las iniciativas educativas que deberían salir por la prensa, por la televisión, no salen, no hay, hay falta de educación, de motivación. La gente no reacciona porque no se entera, si no se entera no habrá sensibilización ni participación de la ciudadanía”. 

En ese orden, el ambientalista  aseguró que la única estrategia que funcionaría para la concientización ciudadana sobre el cuidado y protección del medioambiente “es la educación directa, casa por casa”. “Seleccionar áreas, por ejemplo, aquí en Santo Domingo, pudiéramos seleccionar la Ciudad Colonial y de la Ciudad Colonial seleccionar una cuadra, y esa cuadra podemos visitarla, pero primero organizar quiénes la van a visitar”.

Para esas visitas, el ambientalista recomienda utilizar a los estudiantes de la misma zona, tanto del sector público como privado, los cuales deberían ser previamente entrenados. “Se les dan talleres de entrenamiento para que puedan visitar casa por casa, explicarles lo que está ocurriendo, explicarles la necesidad de disminuir drásticamente la producción de basura, explicarles la necesidad de volver a usar el cristal y la losa en vez del plástico, explicarles cómo podemos cada uno, cada persona y cada familia aportar para contribuir a la disminución de la agresión ambiental. Eso puede funcionar”.

“Y cuando se termina con una cuadra, esa cuadra queda relativamente organizada, quedan comité por cuadra, y luego se trabaja con otra cuadra, luego con otra, así se cubriría la Ciudad Colonial completa y la liberaremos del desastre ambiental”, sostuvo.

Además, manifestó que la gente puede comenzar a educarse y a trabajar creando huertos en los callejones y en los techos, “la gente puede ayudar en la reducción de la producción de basura, y la basura que se produzca hacerla compound (transformar los residuos, a través de procesos químicos, en nuevos compuestos que puedan tener un uso o valor agregado, en lugar de desecharlos directamente. Esto forma parte de las estrategias de gestión integral de residuos para reducir el impacto ambiental), porque hay máquinas para eso”.

Para lograr eso, según dijo, se necesita “el respaldo político del Estado”.

En cuanto a la agricultura de bosques, Abreu resaltó la necesidad de que la misma se lleve de manera ordenada. “Porque la agricultura de montaña organizada puede funcionar, la agricultura de montaña usa árboles como árboles frutales permanentes, entonces, no hay problema, cuando se siembra en las montañas crecen árboles y tú estás sustituyendo un bosque pero con árboles también”.

Indicó que  cuando la agricultura de bosques se lleva a cabo de manera organizada se protege el suelo.

Por otro lado, el Word Economic Forum, recomienda lo siguiente:

Fuente: Word Economic Forum

En tanto, ONG WWF en su informe » Frentes de deforestación; causas y respuestas en un mundo cambiante»,  del 2021, propone acciones urgentes por parte de gobiernos, empresas y reguladores, que deben aplicarse de forma combinada, entre ellas garantizar que los productos procedentes de los bosques se produzcan y comercialicen de forma legal y sostenible.

 

Fuente: Informe de ONG WWF

Conservación ambiental en RD de cara al futuro

La esperanza está puesta en la juventud. Incháustegui consideró que el futuro de la conservación ambiental en RD dependerá en gran medida del involucramiento de los jóvenes.

El experto manifestó que el mundo vive tiempos de incertidumbre ambiental muy importantes que les tocará vivir mayormente a las generaciones jóvenes, por lo que en el presente hay que fortalecer las acciones a favor del ambiente. “Entre las cosas más importantes se encuentra la conservación efectiva de las áreas protegidas para que puedan seguir funcionando como ecosistemas que nos brindan los servicios ambientales imprescindibles para la vida”.

Para Abreu, las expectativas “son tristes”, porque considera que “hay una disminución en la participación de la gente en las luchas ambientales”, y a menor participación y menor educación de temas ambientales, la gente se entera menos, porque “no hay noticias sobre lo que realmente ocurre”. 

En ese aspecto, criticó a las empresas mineras por su deseo de expandirse aún si tuvieran que sacrificar cordilleras enteras. “El crecimiento turístico apunta hacia las montañas, hacia nuestras cordilleras, pero si las vamos a sacrificar, y además también las aguas que producen los ríos, el futuro nuestro -estamos muertos-”.

Abreu manifestó que debe haber una organización nacional única que responda en términos nacionales a cada agresión que ocurra al medioambiente. “Si no hay una especie de congreso de asamblea nacional ambiental, no habrá manera de dar buenas respuestas”.

 

 

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Por admins

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