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La Junta Central Electoral -JCE- tiene que trabajar para fijar una línea de entendimiento y respeto entre los partidos políticos, que participan en la campaña de  las  elecciones municipales, congresuales y presidenciales.

Aunque dispersos, ya se comienzan a escuchar los tambores de la guerra sucia, llevada a cabo por mensajeros de los grandes líderes. Es hora de irle al frente y parar las agresiones verbales, que terminan en choques físicos.

Las elecciones dominicanas siempre tienen un movimiento levantisco, de enfrentamientos, de choques que en ocasiones han sido sangrientos. Un torneo cívico no es para ir a un cuadrilátero de boxeo y lucha libre.

Hay una gran responsabilidad del liderazgo político nacional, en mantener la calma y evitar ofensas innecesarias. Hay que combatir con ideas, y no con la tea incendiaria.  Apostamos a la paz, y a la fina sensibilidad del liderazgo político.

Lo ideal  es que la JCE logre que se firme un pacto de caballeros entre todos los candidatos presidenciales. Una acción de este tipo evitaría la violencia entre los cuadros populares y los activistas de masa.

No se olvide que las llamadas bocinas insultan y golpean fibras morales, pero no pasan de ser mensajeros pagados, las orientaciones siempre  provienen de la máxima dirigencia, sea por acción, o por prédicas mal hechas, que solo dan pie a los  choques  que se deben evitar.

La responsabilidad de concertación ahora recae toda en los hombros de la JCE. No se olvide que los mediadores desaparecieron. Sin heno interlocutores independientes que sean válidos. Las altas cortes están para dirimir entuertos, cuando las partes someten violaciones, pero no es su papel la prevención y estar de intermediarios.

La carta de ruta de las actividades de los fines de semana deben ser coordinadas por los jefes de campaña de los candidatos y las autoridades electorales. De esa forma se evitaría que se encuentren dos grupos en una misma ciudad, o región.

Por suerte la paz de las caravanas  ha estado ocurriendo casi de modo informal, sin previo acuerdo. Hay que darle forma, porque al parecer hay buenas intenciones de mantener la cordura en la dirección máxima. No es bueno dejar temas tan trascendentales a la espontaneidad.

 Hay que dar un vertical apoyo a la JCE. Es el único organismo que constitucionalmente tiene mandato para organizar las elecciones y dar a conocer sus resultados. Por ello, los jueces electorales deben actuar con verticalidad, independencia e imparcialidad. ¡Ay!, se me acabó la tinta.



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Por admins

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