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EL NUEVO DIARIO, ESPAÑA.- La dominicana Franyelis María Furcal fue detenida en España en agosto del año pasado, considerada hasta entonces una de las fugitivas más buscadas por República Dominicana, acusada de presunto asesinato del ferretero chino para el que trabajaba.
Este lunes, ante la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional la detenida ha suplicado al tribunal que rechace extraditarla: «Por un error que cometí yo no merezco la muerte».
Durante la sesión, la letrada de Francelys ha puesto el acento en que «ella tiene un miedo real de poder morir en prisión por las diferentes venganzas que puedan existir por lo que no quiere ser extraditada», pero ha sido la propia reclamada quien ha puesto ese temor sobre la mesa haciendo uso de la última palabra ante un tribunal presidido por el magistrado Alfonso Guevara: «Yo recibía demasiado maltrato».
«Yo no soy delincuente, yo solo quería trabajar para sacar a mis hijos adelante y por un error que cometí yo no merezco la muerte. Ellos son una mafia en Dominicana y allí vale más el dinero que la vida de una persona.
Yo yo no quiero morir, señorita”, ha dicho derrombada ante el tribunal.
Los hechos tuvieron lugar en abril del año 2022. Según las autoridades dominicanas, luego de una discusión acalorada con el encargado de la ferretería donde trabajaba, la joven cogió un arma blanca de una estantería y le apuñaló. El hombre falleció consecuencia de las heridas y ella abandonó en seguida el país: Colombia, Brasil, Francia y finalmente, España.
Se dirigió a Barcelona y tras un tiempo, se desplazó a Madrid. Cuando la Policía la detuvo, destacó que «debido a la extrema gravedad de los hechos cometidos y a su gran habilidad para evadirse de la justicia, se consideró por las autoridades dominicanas como la fugitiva más buscada del país», como citaba Ep. Lleva en prisión provisional desde entonces.
La Fiscalía de España solicitó su entrega porque entiende que no concurre obstáculo legal para ello: además de que el delito por el que se la reclama también lo es en España y que existe convenio de extradición con República Dominicana, su petición de asilo no prosperó en primera instancia y los recursos no paralizan la entrega. Asimismo, entiende que sus alegaciones de falta de garantías en aquel país o de riesgo para su vida en prisión no se sustentan en «dato alguno».
Tampoco, en su opinión, se puede atender a que su reacción contra el ferretero lo fuese, como aduce, en defensa propia, pues «es una alegación que tendrá que conocer el tribunal de enjuiciamiento del país que la reclama, obviamente, en lo relativo a que concurre una eximente completa» de la responsabilidad penal.
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