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Con esta expresión popular, “ahora es que empieza el pleito «pronunciada por el empresario Ángel Rondón, cuando se enteró que el juez de medida de coerción le había impuesto un año de prisión, quiero describir la gran batalla electoral por la presidencia de la República en las elecciones del 19 de mayo y con amplísima probabilidades, una segunda vuelta en 30 de junio de este mismo año.

Para algunos, el presidente de la República Luis Abinader ganaría en primera vuelta, sin embargo para otros, su supuesto alto posicionamiento, es el resultado de una política de estrategia electoral creada mediante tendencia comunicacional, muy lejos de la realidad; partiendo de aquí, me atrevería a afirmar que no hay nada escrito y que cualquier resultado podría ser posible a la luz de la realidad objetiva.

No es menos cierto que cuando se está en ejercicio del poder, se corre con cierta ventaja, digamos que un 10% de favorecida respecto a los adversarios opositores. No obstante a ello, igualmente supone para el que busca la reelección, una presión doble, pues como los presidentes no toman licencia en campaña, todos sus movimientos, gestos y palabras son percibidos como actos reeleccionistas, desgastando de esa forma, la acción institucional del papel del gobierno y hasta del Estado, dada su dualidad de funciones.

Dicho esto, no soy de aquellos que consideran que la reelección del presidente Abinader, es un hecho consumado, pues tendría que vencer a líderes que ya han pasado por el solio presidencial o silla de alfileres, condición que les hace cosechar favores  de sectores que mueven muchos intereses en la arena política y social de un país, donde como reza un refrán popular “por la plata baila el mono”

Ahora mismo el escenario es el siguiente: tenemos un jefe  de Estado que desea revalidar por un nuevo y único período según la Constitución, apoyado por el  ex presidente de la República Hipólito Mejía al precio de controlar medio gobierno incluidas carteras influyentes como los son: el Sector Agropecuario completo y el Ministerio de la Defensa y los tres ejércitos,  solo para citar dos casos. y del lado opositor, se percibe al tres veces presidente de la República Leonel Fernández como principal amenaza para disputarle el cargo al Presidente.

El Leonel que hemos visto en los últimos tres años, no es ni por asomo el que se presentó sin mínimas posibilidades de éxitos en las elecciones presidenciales del 2020. Leonel ahora tiene músculos y está en las mejores condiciones para volver por cuarta vez al Palacio Nacional y en todos los gobiernos que le ha tocado ver desde afuera de su cancha, ha tenido que jugar el papel histórico que desempeñó el ex presidente Joaquín Balaguer desde su residencia de la Máximo Gómez 25, lo mismo decir, el rol de centro del debate político nacional.

Esta delicada, exclusiva y privilegiada posición social, viene impuesta por la opinión pública a través del peso y ranking de sus declaraciones en el seno de la población.

Asimismo tenemos igualmente jugando el rol de oposición al también dos veces  presidente de la República, Danilo Medina, como jefe político del Partido morado y que lleva como candidato presidencial al actual alcalde municipal de la segunda ciudad del país (Santiago de los Caballeros) Abel Martínez Durán, otrora presidente de la Cámara de Diputados, condición que también ostenta el presidente Medina.

En tanto algunos expresan y entienda que podría existir contubernios entres los ex presidentes Hipólito y Danilo, pero también entre Leonel y Abel; sin embargo la realidad es que solo hay dos frentes.: el Partido oficial y su abanico de partidos bisagras que siempre negocian con el que está en el poder al carecer de identidad e ideología política y los partidos que conforman el bloque opositor con sus marcadas diferencias,  en clara alusión a los ex presidentes Medina y Fernández, líderes de los verdes y los morados. (PLD Y FP).

 

Distinguidos lectores, como pueden ustedes apreciar, el horno no está para galleticas. El gobierno y el PRM son conscientes que solo tienen un chance y es ganar el 19 de mayo, pues si hay segunda vuelta serían una presa fácil del líder opositor que logre forzar una segunda. No es cierto que en cualquier escenario el presidente Abinader ganaría; eso es publicidad gubernamental. La oposición sólida y dura como real amenaza de alternativa de poder es igualmente consciente de que su debilidad radica en sus diferencias y posible división y es por ello que quizás,  por su madurez y alto grado de desarrollo político, esta vez, no estén dispuestos a renunciar  igualmente a la única oportunidad de regresar a las instituciones oficiales convertido nuevamente en Gobierno Nacional a tan solo cuatro años de haber entregado la ñona.

 

Prometo sucesivas entregas que irán desentrañando el confuso escenario político electoral de 2024.  hasta la próxima.

 

Autor: Lic. Luis Columna Solano- Politólogo.



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